"La mujer es el ser que proyecta la mayor sombra o la mayor luz en nuestros sueños; vive de una vida distinta a la suya propia; vive espiritualmente en las imaginaciones que atormenta y que fecunda."

 

Charles Baudelaire, Paraísos Artificiales.

       

 

Siempre he oído hablar sobre la infinidad de las líneas del círculo, una historia que siempre se repite bajo unos mismos parámetros separando dos mundos iguales pero opuestos, mostrando el devenir de la persona, un amor odio que nos excita hasta el punto orgásmico por un equilibro impenetrable, sólo dejándonos que lo observemos cómo si de un pequeño teatro de marionetas se tratase.

 

Somos espectadores en unos retratos que se convierten en extensiones del alma, diarios abiertos de sentimientos, de los sufrimientos y de los pensamientos de diferentes mujeres, unas mujeres que como si de maniquíes se tratasen posan ensimismadas bajo situaciones de soledad, sumisión o sobre todo bajo la dominación de una sociedad que nos atrapa y nos apuñala, llevándonos al engaño en el cuál ellas se dejan caer.

 

Así son mis trabajos, una esquela minuciosa de cotidianidades escogidas de la realidad, pequeñas escenas modeladas y fotografiadas para el disfrute del espectador, un espectador pasivo que observa el ensimismamiento de las mujeres llegando hasta tal punto de empatía que ambos convergen hacia un único punto, una única persona y el mismo sentimiento.

 

 

  

 

 

 

"Tomada en su conjunto, la vida es el inmenso movimiento que componen reproducción y muerte. La vida no para de engendrar, pero es para aniquilar lo que engendra […] El juego de la angustia es el mismo, la mayor angustia, la angustia que va hacia la muerte, es lo que los hombres desean, para hallar el final, más allá de la muerte y de la ruina, la superación de la angustia.

 

Pero la superación de la angustia es posible con una condición: Que la angustia guarde proporción con la sensibilidad que la llama. "

 

George Bataille, El erotismo.

Sandra Mirey
Statement