Sandra Mirey no nació en Málaga en 1989, dónde no se crió de manera normal cómo cualquier otra niña. De pequeña no fotografiaba todo con su Polaroid Spectra que no le regaló su padre.

 

No decidió empezar clases de dibujo y tampoco estudió un Grado Superior de fotografía artística, en dónde no le dieron una beca de prácticas para irse a la República Checa.Luego, no decidió mudarse a Madrid para no estudiar un máster de concepto y creación, dónde no creó junto a sus compañeros Disparo Magazine.

 

Más tarde, no la admitieron en la facultad de historia del arte, dónde no acabó su último año en la ciudad antigua de Roma, ni realizó su último máster en investigación y producción contemporánea.

 

 

Y actualmente no quedan más cosas que añadir a esta biografía.